
Si pudiera decirte lo que se siente, no valdría la pena bailarlo.
Quiero bailar hasta los cien años.
Tocar. Moverse. Inspirar. Ese es el verdadero regalo de la danza.
Con 10 sesiones notarás la diferencia. Con 20 sesiones los otros notarán la diferencia. Con 30 sesiones tendrás un cuerpo nuevo.
Pies, ¿para qué los quiero si tengo alas pa’ volar?